CRÓNICA DE UNA VACANCIA ANUNCIADA - CASTILLO Y SU AUTO GOLPE (EN LA INGLE)



Nuevamente nos encontramos en el ojo del mundo; no porque hayamos tenido algún logro importante ya sea en el deporte, la ciencia o las artes (que dicho sea de paso, cuando sucede, pasa por desapercibido); sino por la olla de grillos en que se han convertido los poderes del estados; tras la dictadura fujimontesinista, cuando volvimos a una vida democrática de mano al gobierno de Valentín Paniagua, cuyo gobierno, pese de ser gobierno de transición, dio cierta estabilidad política, económica y social; estabilidad que, mal o bien, se mantuvo en cierta medida en los gobiernos siguientes; sin embargo, el cáncer de la clase política y la corrupción se estuvo manteniendo y creciendo, junto a la arrogancia y ambición por el poder de parte de la familia Fujimori y seguidores; ha ocasionado que nuevamente nos veamos envueltos en una fuerte crisis política.

Sí, reitero la participación de la familia Fujimori y su presunta ambición por mantenerse en el poder, como una constante en los males de nuestra política; Alan García, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczinski y ahora Pedro Castillo, ganaron las elecciones, no por mérito propio o porque realmente el pueblo peruano haya estado convencido de que serían buenos presidentes; sino que ganaron por ser considerados "el mal menor" en comparación con Keiko Fujimori, quien, a pesar de todo, continúa teniendo simpatizantes y seguidores, la razón de ello, será motivo de otra publicación.

Si bien es cierto, Alan García y Ollanta Humala tuvieron una fuerte oposición por parte del congreso, cuyos congresistas actúan por intereses personales y en favor de su antiguo líder, Alberto Fujimori; la oposición fue mucho más agresiva en el gobierno de PPK y mucho peor en el de Castillo; considero que, en el gobierno de PPK el objetivo era conseguir la libertad del chino y enquistar al fujimorismo en todos los poderes del Estado (esto se presume pues, ha sido muy sonado el proceso de indulto de Fujimori aprobado por PPK que originó un sin fin de protestas) esto, sumado a problemas de corrupción enquistado en todos los niveles de gobierno y en todos los poderes del estado, la política obstruccionista por parte del Congreso y la guerra declarada entre éstos poderes del Estado, provocaron la salida de PPK y la presidencia por parte de Vizcarra, en un contexto político, económico y social muy complicado debido a la pandemia. No contentos con la salida de PPK, el congreso mantuvo su política revanchista y obstruccionista con el afán de que no se apruebe la esencia de la ley de la inmunidad parlamentaria y su afán de seguir blindando a personajes involucrados en supuestos crímenes cometidos por el fiscal Chávarry y otros llamados los cuellos blancos del puerto y el interés de ejercer poder sobre el Tribunal Constitucional y continuar con la elección de los mismos; todo ello provocó la disolución del Congreso. Finalmente Vizcarra fue vacado por el nuevo congreso, quienes mantuvieron su política obstruccionista y movidos por sus propios intereses; tras vacancia cuestionada de Vizcarra, Asume Merino, quien tuvo un fuerte rechazo por parte de la población, asume finalmente Francisco Sagasti.

Parece que estamos condenados a repetir la historia; nuevamente votamos por el "mal menor" cuando en realidad cada vez vamos de mal en peor, con un presidente (ahora ex-presidente) que siendo maestro, carece de preparación, lo que deja mucho que desear sobre la educación, sobre todo en los sectores rurales de nuestro país (un profesor carente de preparación, condena a sus estudiantes a una educación mediocre) rodeado de asesores que han mostrado ser ineptos, además de las graves acusaciones de corrupción y enriquecimiento ilícito por parte del Sr. Castillo y su entorno; no se trata de cuestiones raciales o de origen, se trata de preparación y capacidad para gobernar y valgan verdades, Castillo no ha demostrado ser capaz de hacerlo; esto sumado a la coyuntura en la que vivimos pues, seguimos enfrentando a las olas de COVID que nos sigue acompañando, la guerra entre Ucrania y Rusia, el cambio climático y demás y un congreso que sigue teniendo una política confrontacional y obstruccionista, movidos por sus propios intereses y su afán de mantener una guerra sin cuartel, una situación que se ha venido repitiendo desde el periodo del gobierno de PPK. No soy simpatizante de Castillo, pero es cierto que se ha enfrentado a una guerra sin cuartel tanto con el congreso (un congreso que ha heredado la corrupción de años anteriores y que se mueve únicamente en beneficio propio), también se ha enfrentado a una guerra con la Fiscalía que, en reiteradas oportunidades a expresado su parcialidad respecto al Sr. Castillo y que inicia procesos de investigación pese a que el art. 117 de la Constitución Política establece que el presidente de la República sólo puede ser acusadodurante su período, por traición a la patria, impedir elecciones, disolver el congreso de manera inconstitucional; empero, debemos considerar que el art.  99 permite a la Comisión Permanente acusar ante el Congreso al presidente por todo delito que cometa en el ejercicio de sus funciones. Allanamientos a palacio de gobierno, acusación por presunto delito de traición a la patria, con fundamento absurdos (incluso el TC se pronunció indicando que la opinión ejercida por el presidente respecto al acceso de Bolivia al mar, no configura un hecho delictivo) con la única finalidad de vacar a Castillo, constantes amenazas de vacancia, la no autorización para que pueda acudir a países vecinos para participar en eventos importantes con los presidentes de otras naciones; la prensa mermelera, corrupta y parcializada ocasionaron que Castillo se disparara en el pie y provocara no solo la vacancia sino su detención inmediata.

Vuelvo a repetirlo, Castillo es un profesor que ha demostrado carecer de una adecuada y suficiente preparación como para pretender gobernar a un país, cuando son los profesores los que deberían tener una mayor preparación pues en sus manos está la educación de nuestra niñez y juventud; mostrando muchas veces una actitud autoritaria y con una actuación que hace presumible su culpabilidad respecto a los delitos que se le imputan; confiado en su investidura como presidente y por ser el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, temeroso de ser vacado y tras una pésima asesoría, decide dar un autogolpe de estado emulando lo ocurrido en 1992, al pretender de manera inconstitucional, cerrar el congreso; y lo hizo sin haber asegurado el respaldo de las fuerzas armadas y de la PNP y ni siquiera el respaldo de sus ministros y mucho menos el de la población.

No podemos hablar de una victoria para la democracia porque, a pesar de que el actuar de Castillo haya sido un intento de golpe de estado, seguimos manteniendo un congreso podrido, un poder judicial deplorable, una fiscalía cínica, una policía corrupta y las instituciones públicas carcomidas  por la corrupción, los intereses personales, grupos que buscan volver al poder y al manejo de las instituciones a como de lugar; mientras que el resto de peruanos nos enfrentamos día a día a la crisis económica, sanitaria y social. No señores, no vamos por buen camino y no cambiará nada hasta que generemos en nosotros mismos un cambio de actitud pues, el principal problema que aqueja a nuestro país, es la corrupción y, lamentablemente, la corrupción es parte de la sociedad peruana, no solo de la clase política, sino de nosotros mismos.

Ahora tenemos a la primera presidente, si pues, la primera mujer en gobernar nuestro territorio; personalmente no me fijo ni en el género, sexo, raza o procedencia; valoro a la persona como tal y por la trayectoria; penosamente debo admitir que no conozco mucho sobre la trayectoria de Dina Boluarte; la han estado criticando por haber afirmado que si vacaban a Castillo, ella renunciaría; no renunció a la vicepresidencia y ahora asume la presidencia; cosa que si respeto y admiro, no es que haya faltado a lo que afirmó aquella oportunidad pues, hasta en ese momento, las amenazas eran taxativas y por un solo afán de concentrar el poder al legislativo, entiendo que Dina se mantuvo y no renunció cómo había indicado anteriormente, al ver que esta vez, la vacancia si era necesaria y justificada tras el intento de golpe de estado. Esperemos haga un mejor trabajo que su predecesor pero, sinceramente, lo dudo; así como dudo que el congreso empiece a trabajar en favor del Perú, nada ha cambiado, el congreso seguirá podrido y mantendrá su política obstruccionista, la corrupción seguirá enquistada en todos los poderes del estado y la crisis económica seguirá; lo mejor que habría pasado era que se vayan todos, no solo el expresidente Castillo, sino también estos congresistas de porquería. 



Adrián Domínguez Chávez

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