REFLEXIONES


No me gusta mucho la política, la considero sucia, carente de moral y nido de víboras; más aún si se trata de política peruana, pues es una de las más corruptas de Sudamérica. Sin embargo, el hombre es un ser político por naturaleza.
Nuestro país está pasando por una verdadera crisis política; uno de los peores congresos de nuestra historia, conformado por congresistas que han estado vinculados al narcotráfico, que pesan sobre ellos procesos por corrupción y otros tipos de delitos, se ve claro el blindaje en favor de los fujimoristas, tenemos a una Keiko libre y campante pese a los indicios que pesan en su contra (por menores indicios de los que ésta “señora” tiene, otros políticos están con prisión preventiva) a igual que Alan García, un presidente del congreso que se parcializa en favor de su bancada, el cambio de tapers por votos, presidentes de comisiones de investigación que interfieren y amenazan cuando sus líderes son investigados, los poderes del estado cada vez más corrompidos a tal punto que hasta lo podría comparar con las épocas de corrupción de los años 80 y 90, un presidente paupérrimo y decepcionante; una inminente vacancia presidencial que aparentemente ha sido cocinada por el fujimorismo para colocar al presidente del congreso (fujimorista) en la presidencia y lograr la liberación de uno de los expresidentes más corruptos de nuestra historia; en fin, una sarta de animales que lo único que hacen es cubrir sus porquerías y dar leyes en favor de ellos mismos, olvidándose de la población. Protestas y contraprotestas, memes, insultos y la ignorancia sigue en aumento.
Pues, me huele a golpe de estado; una figura retrógrada que nos hace volver al año 92 con el autogolpe realizado por Fujimori; al mismo estilo de Fujimori, el congreso (donde el fujimorismo tiene mayoría) ha mostrado ser un obstáculo en el trabajo del presidente; los problemas que se vieron con los ministros, el amedrentamiento, violencia y arremetida que tienen en contra del Tribunal Constitucional y El Ministerio Público, el blindaje a sus líderes, amenazas y demás, demuestra el tipo de gente que participa en nuestra política.
El presidente tampoco se salva, aparentemente tiene rabo de paja y tiene muchas explicaciones que dar respecto a los supuestos vínculos con ODEBRECH, la periodista Rosa Mávila (quien por cierto también ha tenido en cierto momento acciones cuestionables) intentó explicar a través de su programa en línea sobre la reunión que tuvo con el presidente; haciendo las diferencias del caso entre el régimen empresarial de EEUU (donde se constituyó la empresa del presidente) con el régimen empresarial peruano, sin embargo, los argumentos que se utilizan no son del todo convincentes.
Pero a todo esto, acaso nos ponemos a pensar en el meollo del asunto; hay un dicho “el pueblo tiene a los gobernantes que merece” y eso es cierto, al fin de cuentas, nosotros somos los que elegimos, guiados como borreguitos al matadero, influenciados por las apariencias y las mentiras; son más de dos décadas que el país está siendo dominado por un clan delincuencial y quienes se supone deberían hacerle frente, son tan iguales o peores; pero a qué se debe todo esto; ¿dónde está la población de la marcha de los cuatro suyos (con un líder que al final terminó enlodado)?; hay que decirlo claro, todo esto sucede porque somos tolerantes con la corrupción y somos tolerantes con la corrupción porque nosotros mismos somos corruptos.
Recuerdo uno de mis primeros casos; había explicado cómo sería el proceso, los argumentos que utilizaríamos y que tan probable era tener un resultado favorable; respecto a mis honorarios quedamos en que me pagaría una parte al iniciar el proceso, y la otra parte cuando se emita la sentencia; con la excusa de que no tenía lo suficiente, el adelanto que me dio fue menor de lo que acordamos; la sentencia fue a nuestro favor, según lo acordado me tenía que dar parte de mis honorarios, pero siempre se excusaba en que no tenía; el proceso no termina con la sentencia, pues dicha sentencia tiene que ser ejecutada hasta su cabal cumplimiento, ello demoraba, mi cliente me exigía, cada que me exigía yo le pedía que cumpliera con nuestro trato, le decía que había demoras por parte del poder judicial y etc. Hasta que un día me dijo que tenía un dinero guardado que se le podría dar al juez para que acelere la ejecución de la sentencia; es decir, tenía para sobornar al juez pero no para pagar mis honorarios.
Mi madre, profesora jubilada; recuerdo que el último día de clases del colegio donde enseñaba matemática física, se le acercó un padre de familia, nunca antes, a lo largo del año escolar lo había visto; fue a buscarla y reclamarle porque su hija estaba desaprobando la asignatura; primero, de forma prepotente amenazó con denunciarla (bajo qué cargos, nadie lo supo), cuando mi madre sacó su registro y le enseñó las notas, el padre de familia cambió de actitud y le ofreció pagarle para que apruebe a su hija, ella no aceptó y le pidió que se retirara, luego volvió la prepotencia y empezó a insultarla y a decir que él era catedrático de la universidad; mi madre cansada de ése señor, levantó la voz y dijo “señores profesores, el padre de la alumna “tal” por si acaso está ofreciendo dinero para aprobar a su hija, y además es catedrático de la universidad, si alguien desea haga el trato con él que yo no estoy para estas tonterías; el sujeto se puso colorado de ira y varios profesores tuvieron que ir a sacarlo a la fuerza de la institución educativa.
Y así como estas pequeñas experiencias y muchas otras que vemos a diario como el conductor que entrega sus documentos al policía con la propina escondida; o la señorita que se acuesta con el catedrático para pasar el curso en la universidad etc. Etc. Y un larguísimo etc.

Podremos hacer las marchas y contramarchas que queramos, rasgarnos las vestiduras, lamentarnos y hasta maldecir; pero las cosas no cambiarán si es que no se logra un cambio social desde el seno de las familias, una revolución personal; o estamos esperando que las cosas se mantengan iguales; el clan Fujimori se está perpetuando en el poder desde que Alberto Fujimori entró en el poder y nosotros se lo permitimos, así como permitimos que Alan no responda por sus actos, así como permitimos que tengamos un gobierno paupérrimo, lobista y débil; bonito es poner el dedo en la llaga y no reconocer que somos responsables de lo que sucede en el país.

Es tiempo de volver a decir no a la corrupción e impedir que se vulnere el orden democrático, es hora de decirle NO al congreso, es hora de ponernos fuertes y luchar en contra de quienes hacen daño al país; es tiempo de hacerlo de una forma responsable, tomando conciencia de que el verdadero cambio debe empezar por nosotros; es tiempo de levantarnos de ésta crisis política a la que no solo el fujimorismo y el aprismo nos ha llevado, sino todos los políticos que tenemos; es tiempo de decir NO MAS CORRUPCIÓN, NO MAS KEIKO, NO MAS FUJIMORI, NO MAS ALAN GARCÍA, NO MAS MENTIRAS SEÑOR PRESIDENTE, NO MAS CORRUPCIÓN; pero teniendo presente que nada lograremos si no tenemos el compromiso de dejar de ser tolerantes con la corrupción, de dejar de ser nosotros mismos corruptos.
Adrián Domínguez Chávez

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